Cuando una mujer encuentra un libro (VI) Boris

"- Algunas veces, Soraya, sometimes, la piel del tomate es igual que su pulpa.
- What do you mean, señorita?- Preguntaba ésta.
- Que todos los objetos tienen un color que protege su verdadero color. Si te dicen que el color del tomate es el de su piel, no es verdad, es el de su pulpa, el interior es el auténtico.
- Crazy, señorita Ana Elisa. "

"En esos automóviles brillantes leía nombres, Dodge Imperial, Packard, Chevrolet Wild Blue, Ford Silver Mountain, Cadillac One, que le recordaban a elefantes en prisión."

"Graciela sonrió e Irene vio en sus ojos una suerte de hechizo, ese efecto de inmediata tranquilidad a la vez que una no disimulada dominación con la cual se reconocía una procedencia aristocrática."

"[...] rodeado de los libros que admiraba y al mismo tiempo odiaba porque nunca podría escribirlos, [...]"

"Y en Europa, ese París manchado de sangre y gris que conoció la guerra, como sangre de una herida pequeña pero incisiva, acentuando las tristezas, redondeando las sonrisas, eternizando los besos."

"Delante estaba la larga mesa [...] "Fue el único bien que me dejó el hombre que creí iba a ser para siempre. Se llamaba Efraín y nunca supe si era español o más de aquí cerca. hablaba demasiado suave para ser español, pero me daba igual. Tenía esa palabrería, las estrellas, la luna, el mar, y yo me dejaba besar. Me quiso lo suficiente como para tallar este árbol, pulirlo y dejármelo como mesa. Yo después fabriqué esas sillas"."

"Una persona, aunque busque parecerse a un animal de especie desconocida, no es completamente alguien hasta que no encuentra un método, una carrera, podría llamarse así: un don."

"Nadar fue así una especia de salvación. Todas las mañanas, al romper el alba, enfilaba hacia el mar desnuda, sintiendo en sus brazadas que el océano era para ella un amante ilimitado, muchos hombres dentro de uno, que le acariciaba empujándola, impulsándola, volviéndola a tomar. Muchas veces, en lo alto de una ola o adentrándose en otra, llegó a sentir una mezcla de poder y dominio sobre su cuerpo que la obligaba a dejarse llevar por la corriente, deseando que algún tiburón se volviera humano y la poseyera. No tenía vergüenza de esos pensamientos."

"La montaña se abría en forma de serpentina, igual que si el dedo de un niño hubiera creado caminos en un cuadrado de arena."

"Hugo desprendió su mano al quedarse completamente dormido y Elisa volvió a verlo como un animal fuerte, un toro bravo que de pronto sucumbe al cansancio y se queda allí, indefenso y bello en su brutalidad, despojado de su valentía y su energía."

"Toda mi vida ha sido una lucha constante contra las desgracias impuestas por el dieciocho. Su barroquismo, su falta de atracción por la simpleza de las línea, su incapacidad definitiva por dejar a la figura ser sólo un trazo... a todo había que ponerle adornitos, y floripondios y pasamanerías y cornucopias y piñas y uvas cayendo en masa [...] como si el mundo entero fuera Egipto y todas las señoras Cleopatra."

"Los ojos tan azules como un trozo del mar Capri; las pestañas completamente negras que, aunque estuvieran maquilladas, eran como una sombra, la cola de un gato diminuto que aportaba más atlántico al azul de sus ojos [...] tenía es parte muy pronunciada, como hija de algún patricio romano que se hubiera adelantado a Colón."

Villa Diamante, de Boris Izaguirre