Cuando una mujer encuentra un libro (IX) Piaf

"Todos se besaban, todos cantaban, a nadie, ni joven ni viejo se le ocurría dormir- observó uno de los amigos de Édith-. NO éramos ni ricos ni cultos... ¡pero cómo nos reíamos!"

"Sin cocina, comían de latas que Édith calentaba en un hornillo. Los domingos se sentaban en los asientos de madera baratos del cine de barrio para ver a Charlie Chaplin"

"Leplée:

- Su voz me llegó a las entrañas. Va presentarse ante ustedes tal como estaba cuando la vi por primera vez: sin maquillaje, sin medias, con una falda barata"

"Es, por turnos, una víctima de la pobreza, una prostituta de clase baja que se revela contra su situación y una niña irrefrenable que clava las uñas al policía que la sujeta"

"Les faltaba experiencia- recordaba- pero la juventud es un defecto encantador"

"Cerdan, intimidado por su presencia, le alabó la voz. Cuando ella pidió un zumo de tomate, él siguió su ejemplo, como si la mesa le perteneciera a ella"

" Paseaban juntos por los campos de flores [...], jugaban al Monopoly (ella lo dejaba ganar) y hablaban de los escritores de la lista escogida por Édith"

"Una noche fueron en coche a Coney Island después de un concierto de Édith en el Versailles; "el momento más feliz de mi vida" recordaría ella. Él la sentó en el tiovivo antes de comprar tiques a los niños que lo reconocieron como "The champ". Cogidos de la mano, subieron a la montaña rusa "como un par de críos... Él gritaba de placer. Yo, de terror". La gente se apiñó alrededor gritando: "¡Es Cerdan! ¡Es Piaf!" La multitud pidió a gritos La vie en Rose. Édith empezó a cantar y el tiovivo se sumió en silencio. "Cuando la gente me aplaudió- continuó ella- Marcel parecía perplejo. "Lo que tú haces, Édith, es mejor que lo que hago yo. Tú llevas felicidad y amor...", me dijo. Era el mejor cumplido que podía hacerme un hombre, algo que no creía merecer""

"Piaf "cantó a pleno pulmón como Joe Dimaggio" declaró un norteamericano que se encontraba entre el público. A lo que una francesa replicó: "No cantaba para ti... se estaba confesando""

"No regrets. EDITH PIAF", de Carolyn Burke