Louis C.K. ¿Es posible separar al autor de su obra?




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El año pasado morían estrellas, y este simplemente se caen de pedestales...

El escándalo Weinstein el pasado Octubre reveló al mundo algo que la gran mayoría ya sabíamos: Hollywood no solo parece, sino que es sexista. Varias actrices rompieron su silencio y acusaron al magnate productor de acoso sexual. Y acoso sexual con todas las letras, desde proponer trabajos a cambio de actos sexuales hasta perseguir artistas hasta sus habitaciones de hotel. Un comportamiento supuestamente conocido por todos y denunciado por ninguno... hasta ahora claro. 

Y es que este primer escándalo ha provocado lo que ahora se conoce como Efecto Weinstein: la valentía de estas mujeres ha motivado a otras víctimas del mundo del cine y la televisión a romper su silencio y denunciar a más depredadores sexuales. Ha comenzado la lucha por la igualdad de sexos y la destrucción del machismo en la industria hollywoodiense, una guerra que llevaba tiempo necesitando ser librada, y que ha conllevado y conlleva la caída de muchos grandes, así como tristeza, decepción y una ofensa muy doliente para millones y millones de consumidores audiovisuales.

Louis C.K, de genio a pervertido

Ha habido, y parece que seguirá habiendo, muchas decepciones desde principios de Octubre.

Eran más o menos conocidos los rumores de homosexualidad de Kevin Spacey, así como su fama de ser una persona difícil en los sets. Sin embargo, su acoso sexual extremo y violento a menores, salido a la luz debido al Efecto Weinstein, ha sido un golpe duro para muchos, sobre todo dado el innegable talento interpretativo del actor, su impecable filmografía (dentro de la cual encontramos gran cantidad de films con mensajes valientes de conciencia social como "La vida de David Gale" o la genial "American Beauty") y sus clases de interpretación colectivas en todo el globo.

Muchos otros casos han sorprendido a las masas, como las acusaciones a John Lasseter o a Dustin Hoffman. Aunque, en mi opinión, no ha habido caso más sorprendente y triste (tanto a nivel global como a nivel personal), que la caída de Louis C.K, acusado de masturbarse delante de varias cómicas en los años 90.

Louis no era un simple cómico. Louis era un grande de la comedia. Con sus stand-ups valientes, atrevidos, ácidos pero reales dio a su público mucho más que bromas. Nos dio un modo distinto de ver el mundo, un modo distinto de afrontar el mundo. Sus rutinas representaban una visión actual del racismo, el feminismo, la paternidad y el comportamiento humano en general.
Personalmente, Louis me dio varias lecciones de vida: me enseñó lo fácil y ridículo que es quejarse de mis privilegios, cómo sobrellevar el cinismo y la hipocresía social, y cómo los momentos terribles de una vida pueden, a su vez, ser bastante divertidos.


El pasado viernes 3 de Noviembre, tras las acusaciones de acoso sexual, Louis C.K afirmaba pública y personalmente su veracidad en un desgarrador testimonio. En él, aseguraba su arrepentimiento pero no buscaba excusas.

"En aquel momento, me dije a mí mismo que lo que hice estaba bien porque nunca le mostré mi pene a ninguna mujer sin preguntar primero, lo cual es cierto. Pero lo que aprendí más adelante en la vida, demasiado tarde, es que cuando tienes poder sobre otra persona, pedirle que mire tu pene no es una pregunta. Es un una situación muy difícil. El poder que tenía sobre estas mujeres es que me admiraban. Y ejercí ese poder irresponsablemente."


Las consecuencias de la polémica


Todas estas acusaciones han tenido consecuencias terribles y, a su vez, consecuencias muy productivas.

Consecuencias productivas

Para empezar, las revelaciones han desatado un debate muy necesario en la sociedad actual, el debate sobre la igualdad de sexos. Vivimos en una sociedad en la que la igualdad entre hombres y mujeres es una ilusión. La historia ha sido tan dura con el colectivo femenino que parece que con darnos el derecho a trabajar, votar, tener cuentas bancarias y poder hacer topless en la playa deberíamos estar contentas. Se trata de un espejismo que cubre una discriminación clara, obvia, existente y muy arraigada en los espíritus y los comportamientos de la gran mayoría. Diferencias salariales, sociales, sexuales... diferencias ofensivas dado el siglo en el que vivimos. Está claro, todavía hay mucho por hacer, mucho por lo que batirnos, por lo que luchar.






El efecto Weinstein ha propiciado, pues, el inicio de una batalla tan bienvenida como necesaria.

Consecuencias negativas

Aquí llega, el momento en el que digo algo con lo que muchos no vais a estar de acuerdo.
No quiero dar excusas a Louis, aunque me gustaría hablar de algo que muchos mantienen en silencio: los errores del cómico no son comparables a las atrocidades cometidas por el resto de acusados.

Louis C.K hizo una serie de proposiciones indecentes a mujeres con las que trabajaba en los años 90, proposiciones que solo llevó a cabo en caso de aceptación por parte de éstas. No ha violado a nadie, ni ha manoseado a ningún menor, ni ha ofrecido trabajos a cambio de felaciones. Como él mismo ha afirmado, no era consciente de la presión que estaba ejerciendo sobre estas mujeres, ni de las consecuencias tan negativas que sus actos han tenido en las vidas de las mismas.
¿Debería haberlo sabido? Sí.
¿Es raro e incluso pervertido pedir a una mujer que te mire mientras te masturbas? Sí.
¿Debe pagar por ello? Por supuesto que sí.
¿Debemos luchar para erradicar este tipo de comportamiento, por el bien del colectivo femenino en todo el globo? Por supuestísimo que sí.
¿Monstruo? Sinceramente, lo dudo mucho.
Y por último, la pregunta que considero más importante: ¿acaso es lógico demonizar su comedia y, por consiguiente, su mensaje social?

Louis C.K hizo mucho bien en su momento, predicando en favor del feminismo, la destrucción del racismo y, en definitiva, la hipocresía social. Trataba temas tabúes en público, retando las mentes del público, incitando a la reflexión. Daba lecciones con humor, enseñaba con chistes, nos hacía salir de nuestra zona de confort.

No voy a mentir, las acusaciones del pasado mes a Louis C.K. fueron un gran golpe para mi. Me entristece tantísimo ver como este gran artista ha dejado que su sexualidad destrozara por completo, no solo su carrera (que al final es lo de menos a gran escala), sino su filosofía. Louis está pagando, y pagará toda la vida por sus actos, lo cual, como ya hemos mencionado, seguramente merece.
Pero yo, personalmente, desde este artículo tan difícil de escribir, me gustaría pedir al mundo que por favor, no deje que todas las palabras del cómico ardan con él. ¿Se puede separar al autor de su obra? Lectores, en este caso, merece la pena el esfuerzo.


En honor a esto, aquí os dejo algunas joyas inspiradoras de la expresión artística, hoy casi demonizada, de Louis C.K.

                       

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